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Presocráticos: Pluralistas (Empédocles, Anaxágoras y Leucipo -Demócrito

I.- Introducción

Los pluralistas arrancan de la distinción establecida por Parménides -diferencia ontológica-, como la diferencia entre la realidad (ser) y apariencia (devenir). Estos autores tratan de hacer compatible la lógica impuesta por Parménides y la defensa de lo aparente (el cambio). Ahora, lo que hay son compuestos que se caracterizan por tener las propiedades del ser. No hay llegar a ser y dejar de ser, sino, combinación de elementos (1).


1.- Empédocles.

La personalidad de Empédocles (484/481 a.C-424/421 a.C.) debió fascinar al poeta alemán Hölderlin (1770-1843) para escribir un drama con el título La muerte de Empédocles. La actividad de Empédocles resulta polifacética ya que según nos cuentan era médico, poeta, orador, ingeniero, demócrata. Lo característico es su personalidad que marcan el lenguaje con un sello distintivo.

El lenguaje se convierte en vehículo de transmisión de los anhelos de su sociedad.


Escribe Sobre la naturaleza y otro poema de tono místico,
 De purificaciones.


Empédocles parte del problema planteado por Parménides sobre el ser y su unidad,y sobre la imposibilidad de que algo surja del no ser,o incluso de que pueda desaparecer. Empédocles compagina esta tesis del ser, que el llama esfera,con una defensa de la importancia de los sentidos (DK 31B3).

La esfera ideada por Empédocles a semejanza de ese ser “redondo” de Parménides, contenía en sí misma los cuatro elementos –aire,fuego,tierra,agua- que eran las raíces de todo. Por eso no hay vacío ni aniquilación. Todo lo que existe no es sino resultado de mezcla y separación de esos elementos,que siempre permanecen por mucho que las cosas se muden.

Amor y el Odio.

Pero el movimiento de la realidad no se debe a principios inertes que casualmente coincidiesen. Una de las ideas más sugestivas de Empédocles es su descubrimiento del amor y el odio como motores del mundo. Dos principios que manifiestan esa experiencia de los seres humanos. En otro contexto diferente, S.Freud hablará Eros y Thanatos.

En el imperio del amor que reina en la esfera y que constituye el momento de estabilidad y de plenitud, puede surgir el odio que disgrega y corrompe. Empédocles establece una especie de dialéctica en esta lucha en la que estos dos principios opuestos están empeñados. Aristóteles hablará de causa eficiente para explicar el mecanismo que permite la diversidad de la physis, en el caso de Empédocles es el amor/odio.

El descubrimiento del amor como fuente de creatividad es una aportación fundamental en la visión del mundo que Empédocles nos transmite.



2.- Anaxágoras: el sabio desterrado.

Anaxágoras tiene el dudoso privilegio de ser el primer filósofo desterrado. De su ciudad natal Clazómenas se trasladó a la ciudad de Atenas entorno al 460 a.C.,donde cultivo su amistad con Pericles o Eurípides. En Atenas fue acusado de impiedad por sus afirmaciones en astronomía “que el sol era una masa de piedra incandescente” (DK 59 A 1). Se refugio en Lámpsaco donde murió en el año 428.




Platón nos transmite lo que costaba un “libro” filosófico en Atenas:

"(..) hasta el punto de no saber que los libros de Anaxágoras de Clazómenas están llenos de estos temas -sobre cuestiones de la physis-? Y, Además, ¿aprenden de mí [Sócrates]los jóvenes lo que de vez en cuando pueden adquirir en la orquestra [lugar del ágora donde se comerciaba con libros], por un dracma como mucho, y reírse de Sócrates si pretende que son suyas estas ideas, especialmente al ser tan extrañas?(..)".(Apología 26d)

Anaxágoras parte,como los eleatas,de la idea de que no es posible que algo tenga un origen o un fin: “(....) Nada nace ni perece,sino que a partir de lo que existe se originan combinaciones y separaciones” (DK 59B17). Por consiguiente,tiene que haber en el mundo de las cosas una unidad originaria en la que está todo.

El problema de la unidad y pluralidad encuentra una explicación con su teoría de las “semillas” de las cosas,que subyacen en el fondo de todas ellas (DK 59B10).

Los elementos no son cuatro –Empédocles-,sino infinitos, tantos como las cosas que existen, inalterables,como pequeñísimos gérmenes (spermata) de lo que todo brota. Aristotéles los llamó homoiomerías (lo semejante se une a lo semejante y lo que no lo es se separa y distancia)

El nous.

Timón de Fliunte. (-325/-320 a -235 aprox), discípulo de Pirrón de Elis -iniciador del escpetisicmo-, escribió un poema en sus Sátiras que Diogénes Laercio transcribe acerca de Anaxágoras:

"Donde dicen que el héroe valeroso/Anaxágoras se halla./Apellidado Mente/(y tuvo dichosa),/porque nos dijo que la mente eterna/puso en orden las cosas,/ antes confusamene amontonadas". (Diógenes Laercio, Vidas de los más ilustres filósofos griegos)

Es un principio de orden,como una especie de amor,parecido al de Empédocles,pero libre ya de cualquier elemento místico; un amor “intelectual” que la organización del cosmos impulsa.Existe por sí mismo,es independiente,eterno y luminoso. (DK 59B12). Sin embargo, Anaxágoras, acaba por deshumanizar a ese Espíritu que Sócrates pensaba podía ser la respuestas a sus dudas y esperanzas. El Espíritu acaba siendo una causa eficiente (Aristóteles), sin ninguna intencionalidad y por tanto, puramente mecánico.


3- Los átomos: Leucipo y Demócrito.

1. Leucipo.

Leucipo nacio en Mileto (460 a.C), llegó a Italia, a Elea,a mediados del siglo V a.C. y de Elea pasó a Abdera, estuvo en contacto con la filosofía de Parménides, pero no siguió, con respecto a los seres, su mismo camino, ni el de Jenófanes, sino que, por lo que parece, más bien el contrario. Pues mientras que aquéllos consideraban al todo, uno, inmóvil, increado y limitado, y no consintieron la búsqueda de lo que no es, Leucipo sostuvo que hay infinitos elementos -los átomos- siempre en movimiento, añadiendo que sus formas son infinitas y que no hay razón para que un átomo tenga una forma y no otra, al darse cuenta de que la génesis y el cambio de los seres era incesante. Afirmó además que el no-ser- existe tanto como el ser- y que ambos son causa de las cosas que llegan a ser. Supuso que la naturaleza de los átomos era compacta y plena y que eso era el ser. Esos átomos se movían en el vacío, que llamaban el no-ser. De la misma manera su compañero Demócrito de Abdera estableció como principios lo lleno y lo vacío.(DK 67A8)

Difícilmente se puede hacer una síntesis más clara de lo que constituye el núcleo fundamental del atomismo, en su relación con la filosofía anterior.El texto es fragmento de una obra pérdida de Teofrasto, el discípulo de Aristóteles. Pero en él se plantea además, el problema de los dos creadores de esta doctrina con la que culmina toda la filosofía anterior a Platón.


2. Demócrito de Abdera

Demócrito, nacido en Abdera en torno al año 470. Abdera había sido fundada por colonos jonios en las costas de Tracia. Sabemos también que viajó por Egipto y Oriente, pero que regresó a su ciudad natal, donde se dedicó a la investigación. Murió con más de noventa años.



Como sus años, también fueron muchos sus escritos.Con Demócrito empieza a tomar consistencia la idea de «escritor».Por ello sorprende que apenas nos hayan llegado más que fragmentos de sus obras. Sus intereses intelectuales fueron muchos -matemáticas, gramática, ética, técnica, política, etc.- y uno de sus fragmentos dice que «prefería conocer las razones verdaderas de las cosas que llegar a ser rey de los persas» (DK 68B 1 18).

La teoría de los átomos

Demócrito, teniendo en cuenta la concepción del ser de Parménides, inmutable y eterno, precisa, sin embargo, que ese ser consiste en infinitos seres -átomos ­(lo que no puede dividirse más) y con los que quiere explicar el mundo de la experiencia y el nacimiento, multiplicidad y perecer de las cosas.

Esa multiplicidad de átomos no están organizados desde cualidades diferentes -la tierra, el aire, el fuego-, sino que, siendo cualitativamente neutros, se distinguen sólo en la forma, el orden y la situación. Los átomos se parecen, pues, al ser de Parménides, por su carácter de eternos, incorruptibles, increados y por no ser percibidos por los sentidos, sino por la mente. Para que esos átomos se muevan necesitan el vacío, en el que desplazarse y ordenarse. Por la posición y forma en que ocupan ese vacío, los átomos diversifican y organizan sus movimientos. Así se origina y configura el mundo, nuestro mundo que es uno de los infinitos mundos posibles. Esa infinitud y esa posibilidad unida a la idea de vacío, equivalente al no-ser, abre la puerta de esa vía de la opinión -de lo que es y no es-, que había quedado cerrada con la negación de Parménides a caminar por ella. Sin embargo, esa posibilidad no es fortuita. El movimiento no es posible por el azar, sino que todo está regido por la necesidad, de una manera mecánica, sin que haya dioses o causas exteriores a esos átomos que los dirijan.

Aristóteles en su Metafísica(A,4,985), sintetiza lo esencial del pensamiento atómista:

"Leucipo y su colega Demócrito dicen que son elementos lo Pleno y lo Vacío, a uno de los cuales llaman Ente, y al otro No-ente (...) las diferencias son causas de las demás cosas. Pero enseñan que estas dierencias son tres: la Figura, el Orden y la Posición. Afirman, en efecto, que el Ente difiere sólo por la proporción, el contacto y la colocación. Y de estas diferencias, la proporción es la figura, el contacto es el orden y la colocación es la posición. Pues la A difiere de la N por la figura, y AN de NA por el orden, y Z de N por la posición" (..).

Aunque los átomos no poseen diferencias cualitativas sí poseen diferencias en cuanto a su forma y configuración: la forma, el orden y la posición. Los átomos pueden diferir entre ellos por su forma, del mismo modo que la A difiere de la N; o pueden diferir por por el orden que ocupan, no siendo lo mismo AN que NA; o por la posición, de modo que, aun poseyendo la misma forma, la Z se diferencia de la N (si giramos la Z noventa grados a la derecha tenemos la N).


El alma y las sensaciones

Si «el hombre es un microcosmos» (DK 68B34), un mundo en pequeño, su alma se parecerá a esos átomos que constituyen al universo:

Demócrito afirma que el alma es un cierto tipo de fuego o elemento caliente. A los átomos de forma esférica se les llama fuego -y alma -como esas motas suspendidas en el aire y que aparecen cuando los rayos de sol se filtran por las ventanas-; los átomos esféricos son alma porque por su estructura son capaces de atravesarlo todo y de moverlo todo y ellos mismos están en movimiento. [... ] De donde se supone que esa frontera del vivir está eri la respiración. (ARISTÓTELES: De anima, 1, 4O4a 1-10)

El alma, pues, como principio del movimiento se hace presente en esa «frontera del vivir».Una frontera móvil que expresa el ritmo de la existencia.Con esa imagen, Demócrito recobra el sentido primitivo del alma como aliento, como vida que se identifica, en cada exhalación, con el cosmos.

En esa frontera se da también la sensación que, por ejemplo, en la vista, se explica por los efluvios que nos llegan de las cosas:

Así el ver lo explica por el reflejo, pues el reflejo no surge de inmediato en la retina sino que el aire que hay entre la vista y el objeto visto es modelado, al ser contraído por el objeto visto y el sujeto que ve. (TEOFRASTO:De sensibus, 50)

Tal vez esta participación del sujeto que ve -el sujeto que siente- explica que esos átomos-emisarios que, en sí, no tienen cualidades, sino sólo forma, adquieran color, sabor, olor, por las combinaciones de nuestra alma que pone, por así decirlo, su sello especial en las cosas.Parece como si Demócrito anticipase de esta forma ideas que surgirán mucho después con la filosofía moderna.

Esa subjetividad de las sensaciones abre una puerta al relativismo y escepticismo: «conocer lo que es cada cosa en realidad es imposible, porque nosotros no conocemos nada verdadero, sino los cambios que se producen según la disposición del cuerpo» (DK B8-9).Esta perspectiva corporal enraiza también con la tradición griega y resonará después en Epicuro: Por convención existe el color; por convención existe lo dulce y lo amargo; porque en realidad sólo hay átomos y vacíos, pero los sentidos, el cuerpo protesta de ese mundo sin cualidades. «Mente infeliz» tú que sacas de nosotros tus convencimientos, ¿tratas de acabar con nosotros?Nuestra caída será tu ruina.DK B 125

La ética

La mayoría de los supuestos fragmentos originales tienen que ver con el comportamiento humano. En ellos encontramos, una vez más, ese realismo que establece «el principio del placer y el dolor-; como el criterio por el que se rige la vida» (DK B 1 88). Pero, por encima de esta nueva frontera, encontramos unos fines de extraordinario «idealismo». Hay, pues, como una sublimación de esa inevitable y segura presencia de lo que el cuerpo nos dice, para sobre ello construir un territorio moral.Como regulador de ese imperio del placer, que en los seres humanos ha de tender a la generosidad y al equilibrio, aparece el lógos, «que está acostumbrado a obtener de sí mismo su propio gozo» (DK B 146).

La belleza, la justicia, la amistad, la política son temas que surgen, entre otros, en esa búsqueda de una ética de la razón de la solidaridad:

«La patria de un alma buena es el mundo ente­(DK B247).

«El amor es justo y sereno cuando aspira a la belleza» (B73).

«Vivir no merece la pena para quien no tiene amigos» (B99).

«Por nadie es amado quien a nadie ama» (B 1, 03).

«Una ciudad bien administrada y gobernada trae el mayor bienestar a los ciudadanos y en ella se encuentra todo; pero si se arruina, todo se arruina» (B252).Por eso «es preferible la pobreza en una democracia al llamado bienestar de los poderosos, en la misma medida en que es preferible la libertad a la esclavitud» (B25 l).

Estos fragmentos de sus obras que, probablemente, expondrían una ética en la que sería interesante reconocer sus teorías físicas, llegan a nosotros como escuetas máximas morales, como átomos que se mueven en el vacío de esas obras pérdidas y tal vez contaminadas por la tradición, que nos las ha entregado: «Vine a Atenas y nadie me reconoció» (B 1 16).Frente a la popularidad de algunos filósofos de su tiempo, ese desconocimiento fue causa, tal vez, del olvido y pérdida de sus escritos y de que sólo a medias podamos hoy captar su mensaje.

Nota:

(1) De Tales a Demòcrit. El pensament presocràtic. Fragments i testimonis. Edició i traducció de Joan Ferrer Gràcia. Quadrivium ,4. edicions de la ela germinada. Girona, 2011.

Bibliografía:

VV.AA. Historia de la filosofía 2. Santillana Bachillerato. (Emilio LLedó, I.La filosofía griega y helenística).Madrid, 1997.

De Tales de Mileto a Pitágoras

I. Los naturalistas o filósofos de la "physis"(1).

1. Mileto(2).

¿Por qué en la colonia de ultramar de Mileto, surge por vez primera, el pensamiento que se quiere racional? Mileto era un polei o polis en el que se integraba una ciudad y los territorios colindantes. Los temas de la libertad y la justicia así como el lujo son los ejes vertebradores para comprender el nacimiento y desarrollo de las polis de ultramar.



Durante los siglos IX y VIII a.C. los griegos Grecia y de las islas del Egeo establecieron muchas más aldeas en los territorios de que lo podemos identificar como poleis. Fue un proceso de colonización local, no de migración a larga distancia. Los griegos no estuvieron sólos en los viajes a través del "Mare Nostrum", los fenicios ("la gente púrpura", por su habilidad en la fabricación de cuero tinte de este color) cruzaba el Mediterráneo de un extremo a otro.

A partir de mediados de la década de 730 tiene lugar un torrente de fundaciones de colonias griegas en Sicilia. ¿Qué motivaba esa emigración? Las fuentes escritas posteriores suelen proponer como causas explicativas: la sequía, indicios de cólera divina, intervenciones divinas o incluso invitaciones de los gobernantes de remotas tierras para poblar esas tierras. La realidad era más prosaica, podemos presumir que los informes acerca de la existencia de buenas tierras y vecinos fáciles de conquistar llegaron a Grecia con los primeros piratas y comerciantes griegos (770-740 a.C). Los territorios de origen, la escasez de tierras y el monopolio del poder de los terratenientes hacían imposible la obtención de tierras y riquezas, y esta limitación era un potente estímulo para ampliar nuevos espacios en busca de fortuna. Además era un válvula de escape que imposibilitaba desordenes sociales que de otro modo hubiesen aparecido.

Una consecuencia evidente de esta colonización fue la difusión de la lengua y la escritura griega. Como los griegos viajaban con su alfabeto, el resultado fue un incremento enorme de la difusión del griego escrito,leído y hablado. Mileto fue una de esas colonias que prospero y fundo nuevas colonias que tenían como objeto ser nexos de unión con otras poleis que servían para sus ansias de expansión política y económica. És en este contexto, donde aparece la figura de Tales de Mileto.

2. Tales de Mileto.

La figura de Tales está revestida por la tradición como uno de los siete sabios de Grecia. Hay diversas enumeraciones de los mismos entre los escritores antiguos, pero cuatro de ellos, Tales, Biantes, Pítaco y Solón están comprendidos en todas las listas. Se les atribuían agudezas: sentencias morales (Conócete a ti mismo, De nada demasiado, Es difícil ser bueno, etc.) que pertenecen a la sabiduría práctica popular, pero preludian a la verdadera y propia indagación sobre la conducta del hombre.

Él es el iniciador de la filosofía de la physis, al afirmar la existencia de un único principio originario, causa de todas las cosas que son y serán, y sostuvo que dicho principio -arjé- es el agua(1).

Aristóteles en su Metafísica establece un análisis de los filósofos anteriores y afirmará que el arjé: "es aquello de lo cual proceden originariamente y en lo cual acaban por resolverse todos los seres, es una realidad que permanece idéntica durante la transmutación de sus afecciones".

Por tanto el principio -arjé- es:

a) la fuente y el origen de todas las cosas,

b) la desembocadura o el término último de todas las cosas y

c) el respaldo permanente que rige todas las cosas -Aristóteles lo denominará sustancia-.

En síntesis, el principio puede definirse como aquello de lo cual provienen, aquello en lo que acaban y aquello por lo cual son y subsisten todas las cosas.

La indagación sobre la physis -naturaleza- tiene un sentido de realidad primaria y fundamental. E.Trías, denomina esta realidad primigenia Materia, que posibilitará la aparición de un mundo -cosmos-. Cuando Tales habla de physis no hace referencia a la naturaleza de la ciencia moderna.

El pensamiento de Tales trata de explicar el arjé desde la razón, mediante argumentos estrictamente racionales. La tradición afirmará que para Tales el arjé es el agua. La argumentación para llegar a tal afirmación se sustenta en las siguientes afirmaciones:

a) constata que el sustento de todas las cosas es húmedo,

b) la simientes y los gérmenes de todas las cosas "poseen una naturaleza húmeda" y

c) por consiguiente la desecación total provoca la muerte.

Todo proviene del agua, todo sustenta la propia vida mediante el agua y todo finaliza,a su vez, en el agua.

Entiende el agua de una manera totalizante, como aquella physis líquida originaria, de la que todo se deriva y de la que el agua que bebemos no es más que una sus múltiples manifestaciones. Afirmará que "todo está lleno de dioses" quería decir que todo está penetrado por el principio originario. Puesto que el principio originario es vida, todo está vivo (hilozoísmo) y todo tiene un alma (panpsiquismo).



Tales de Mileto no solamente fue un filósofo, además fue un científico y prudente político. Por sus conocimiento predijo el eclipse de sol del año 585 a.C. Su nombre se halla ligado a un teorema célebre de la geometría.

3. Anaximandro (1)

Nacido hacia el final del siglo VII a.C y muerto principios de la segunda mitad del VI. Compuso un tratado Sobre la naturaleza, del cual nos ha llegado un fragmento. Constituye el primer tratado filosófico de Occidente y el primer escrito en prosa de los griegos. Anaximandro intervino activamente en la vida política “comandó la colonia que inmigrantes de Mileto a Apolonia”. Así mismo, utilizó el gnomon para,por su sombra, medir el tiempo y la altura del sol. Se le atribuye haber dibujado el primer mapa de la tierra habitada.

Anaximandro profundiza en la problemática del principio. Considera que el agua ya es algo derivado y que el principio ( arjé) consiste en cambio en lo infinito, es decir en una naturaleza (physis) infinita e indefinida de la cual provienen absolutamente todas las cosas que son.El término utilizado por Anaximandro es a-peiron, que significa aquello que carece de límites tanto externos como internos. El principio ápeiron  puede dar origen a todas las cosas, de-limitándose en diversas formas.

Este infinito “aparece como lo divino, porque es inmortal e indestructible”. La inmortalidad del principio debe ser tal que no admite un fin, pero tampoco un inicio. Las antiguas deidades no morían, pero nacían. En cambio lo divino en Anaximandro no nace, al igual que no muere. De este modo, queda socavada la base en que se apoyaban las teogonías, es decir, las genealogías de los dioses. Estos primeros filósofos presocráticos son naturalista en el sentido de que no contempla lo divino (el principio) como algo distinto del mundo, sino como la esencia del mundo




En Anaximandro, pues, Dios se convierte en el principio, mientras que los dioses se convierte en los mundos, los mundos que son muy numeroso; éstos, en cambio, nacer y perecen de forma cíclica.

Tales no sé había planteado la pregunta acerca de cómo y por qué todas las cosas proceden del principio. Anaximandro sí se la plantea:

Allí donde las cosas encuentran su nacimiento, también se lleva a cabo su disolución, de acuerdo con la necesidad; recíprocamente se sufre la pena y se paga la culpa de la injusticia, según el orden del tiempo.”

Anaximandro probablemente pensaba que el mundo está constituido por una serie de contrarios, y que éstos tienden atropellarse el uno al otro (calor y frío, sequedad y  humedad, etc.). La injusticia consistiría precisamente en este atropello.Parece innegable que en esta concepción se han infiltrado nociones religiosas de talante órfico. En el  orfismo resulta central la idea de una culpa originaria y de la  expiación de ésta y, por lo tanto, el concepto de una justicia equilibradora.

Anaximandro explica el origen del cosmos: los dos primeros contrarios fundamentales --el calor y el frío- se generaron mediante un movimiento, que es eterno. El frío, elemento de origen líquido, habría sido en parte transformado en aire, por el fuego-calor que formaba la esfera circundante. La esfera del fuego se habría dividido en tres partes, dando origen a la esfera del sol, la de la luna y la de los astros. El elemento liquidado se habría congregado en las cavidades de la tierra constituyendo los mares.

La tierra, a la que se atribuye  una forma cilíndrica, “ permanece suspendida sin que nada la sostenga, pero se mantiene en su lugar debido al igual distancia entre todas sus partes”, es decir, para especie de equilibrio de fuerzas. Del elemento líquido, y por la acción del sol, nacieron los primeros animales de estructura elemental, del que fueron poco a poco desarrollándose los animales más complejos.

4. Anaxímenes de Mileto (3).

Anaxímenes de Mileto, más joven que Anaximandro y quizá discípulo suyo, floreció hacia el 546-45 y murió hacia el 528-25 (63.' Olimpiada). Al igual que Tales, reconoce como 'principio una materia determinada, que es el aire; pero a esta materia atribuye los caracteres del principio de Anaximandro: la infinitud y el movimiento perpetuo. También veía en el aire la fuerza que anima el mundo: “Tal como nuestra alma, que es aire, nos sostiene, así el soplo y el aire circundan al mundo entero” (fr. 2, Diels). El mundo es como un gigantesco animal que respira: y su aliento es su vida y su alma. Del aire nacen todas las cosas que hay, que fueron y que serán, incluso los dioses y las cosas divinas. El aire es principio de movimiento y de toda mutación. Anaxímenes llega a decirnos incluso de qué modo el aire determina la transformación de las cosas: se trata del doble proceso de la rarefacción y de la condensación. Al enrarecerse, el aire se vuelve fuego; al condensarse se hace viento, después nube y, volviéndose a condensar, agua, tierra y luego piedra. También el calor y el frío se deben al mismo proceso: la condensación produce el frío, la rarefacción, el calor. Como Anaximandro, Anaxímenes admite el devenir cíclico del mundo; de ahí su disolución periódica en el principio originario y su periódica regeneración a partir del mismo.


5. Los pitagóricos (4).

1. Pitágoras de Samos

Los estudiosos de la filosofía griega hablan del pozo sin fondo del «pitagorismo».  Suponemos que existió un personaje con ese nombre que nació en torno al 570 a.C. en Samos.  Heráclito lo menciona en uno de sus fragmentos: "Pitágoras, hijo de Menesarco, practicó la investigación" más que todos los otros hombres, y escogiendo de estos escritos hizo para sí una especie de sabiduría farragoso y una mala artimaña» (frag. 129).

Sabemos que desde Samos emigró al sur de Italia y que se establece en Crotona.  Porfirio, en la Vida de Pitágoras (DK 148a) habla de su llegada a esa ciudad, en la que funda una especie de comunidad, donde no sólo se cultivarán distintos saberes como la matemática, sino que, además, estuvo marcada por prácticas secretas, que destacaban más el carácter del extraño fundador. 



De entre las noticias sobre Pitágoras y los suyos destacamos sólo dos: la primera se refiere a la organización de la vida común regida por preceptos rigurosos.  Diógenes Laercio, en su Vida de los filósofos (VIII, 19), cuenta que «prohibía comer ciertos alimentos como peces y habas» y Porfirio dice que «huía de carniceros y cazadores y que había que abstenerse de comer seres vivos» (DK 149).  También nos habla Jámblico, un neoplatónico del siglo IV d.C., «de la obligación de guardar silencio sobre las enseñanzas dentro de la secta» y este mismo autor reproduce los «mandamientos», algunos realmente grotescos, a que se sometían los pitagóricos (DK 58c6).

La organización «docente» en la escuela era también muy rígida.  Había alumnos acusmáticos, cuya obligación era aprender en silencio; pero cuando habían aprendido el silencio y lo que el silencio enseña, podían empezar a preguntar y expresar lo que sentían o pensaban.  Entonces se les llamaba matemáticos, porque «podían profundizar en lo que aprendían y eran instruidos por ello en los fundamentos de la ciencia, los acusmáticos en cambio atendían sólo a compendios de libros, sin pensar por qué decían lo que decían» (Porfirio, Vida de Pitágoras, 37).

El otro importante tema relacionado con la escuela pitagórica fue su actividad política.  Hay testimonios contradictorios sobre las razones por las que fueron expulsados de Crotona y perseguidos.  Unos afirman que su estilo de vida, su «elitismo» provocaba el rechazo del pueblo y de los grupos democráticos; otros, que el resentimiento de Cilón, un ciudadano de Crotona que no había sido admitido en la secta, provocó la revuelta popular (Porfirio, Vida de Pitágo­ras, 54-55).  Todas estas noticias dejan ver la enorme importancia que los pitagóricos tuvieron en la política griega y, sobre todo, en las ciudades del sur de Italia.  Estas luchas obligaron al mismo Pitágoras a retirarse a Metaponto, ciudad donde murió en el año 500 aproximadamente.

2. La teoría de los números (5)

Podría ser que los pitagóricos buscasen el “principio de todas las cosas”, que es lo que nos dice Aristóteles con la palabra αρχή (arjé): aquello que todas las cosas tienen en común –plano ontológico-. Según los pitagóricos, el arjé sería la numerabilidad, en el hecho de que todas las cosas son contables o numerables. Según los pitagóricos, el principio de todas las cosas sería el número (άριθμός): toda cosa, es una, y si toda cosa es diferente de toda otra, lo puede ser en todo menos en esto: en el hecho que cada cosa es una cosa diferente. Por tanto, la ontología, el viaje al fondo de las cosas -el ser-, consistiría, para los pitagóricos, la reflexión sobre los números, como  por ejemplo, la matemática. En el mundo presocráticos, el ser era entendido como arrancarse del no ser, la unidad se remite a la alteridad (distinto, lo otro), razón por la cual parece suponer que lo que constituiría las cosas como tales (cosas), según los pitagóricos, sería la contrariedad. Aristóteles elabora la siguiente lista: límite e ilimitados; impar e  par; unidad y  pluralidad; derecha e izquierda; masculino y femenino; reposo y movimiento; recto y curvo; luz y oscuridad; bueno y malo, cuadrado y rectángulo". (Aristóteles, Metafísica, I 5,986 a 15)

3. El alma y el mundo

El pensamiento de los pitagóricos parece que estuvo sumergido en todo ese conglomerado de ideas que venían del orfismo y sus teorías sobre el alma y las reencarnaciones.  Diógenes Laercio (VIII, 36) nos cuenta que «pasando Pitágoras junto a un cachorro que era apaleado, sintió compasión y dijo: "cesa de apalearle, pues es el alma de un amigo la que se queja dentro de él"».  Esta anécdota nos lleva a otro aspecto más importante: «eran muy conocidas sus teorías de que el alma es inmortal; que transmigra de unas especies a otras; que, además, lo que ha sucedido se repite periódicamente; y que todos los seres vivos están unidos por lazos de parentesco».  Un mundo unido así a la vida infunde veneración, respeto.  La relación de los griegos con la physis o naturaleza siempre se sustentó en un respeto casi sagrado. 

Pero el alma, como la naturaleza, también tiene en sí el principio del movimiento y, según Aristóteles (De anima, 4O4a), «los pitagóricos creían que el alma es ese polvillo que hay en el aire y así se introduciría en el recién nacido con la respiración».  Esta idea de respiración se extendía también por todo el universo como «un espíritu infinito que llena todo vacío» (Aristóteles, Física, IV, 213b 23-26).

3. La armonía de las esferas

Una perspectiva en la cosmogonía pitagórica parece aproximarse más a lo que poco a poco va a ir interpretándose como conocimiento científico: la armonía de las esferas celestes, que también nos transmite Aristóteles en su escrito De caelo (290b ss.). Esa armonía es fruto de las relaciones entre números, de las acompasadas distancias de las estrellas.  Nada mejor para resumir estas opiniones que un texto al comienzo de la Metafísica de Aristóteles:

"Los llamados pitagóricos se dedicaron a las matemáticas e hicieron progresar esta ciencia.  Embebidos en su estudio creyeron que los principios de las matemáticas eran los principios de todos los seres.  Y como los números son por naturaleza anteriores a las cosas, los pitagóricos creían percibir en los números, más bien que en el fuego, la tierra y el aire, mayor semejanza con lo que existe y lo que está en continuo cambio.  Así una cierta modificación de esos números les parecía ser la justicia, otra el alma, otra la ocasión favorable. [... ] Por último veían en los números las razones y proporciones de la armonía.  Viendo, pues, que todo estaba formado a semejanza de los números [... ] pensaron que los elementos de los números son los elementos de todos los seres y que la totalidad del cielo era armonía y número (1, 985b 20-985a 3 )."

En este texto de Aristóteles se destaca, entre otras cosas, el carácter fundamental de los números.  Al parecer, los trabajos matemáticos de los pitagóricos, a pesar de esa atmósfera misteriosa y elitista que envolvía a sus miembros, fueron verdaderas aportaciones «científicas».  Así, por ejemplo, el teorema de Pitágoras; la inconmensurabilidad de la diagonal y el lado de un cuadrado; las distribuciones y oposiciones numéricas; las relaciones geométricas, etc.

Parece ser, por último, que Pitágoras utilizó el término filosofía en el sentido que encontraremos después en Platón: como «pasión por el saber»; Pitágoras fue el primero que usó el término «filosofía» y el primero que se llamó filósofo, pues ninguno es sabio, sino sólo la divinidad» (Diógenes Laercio, I, 12).

Notas:

(1) Afirma Bréhier que " no tenemos prueba alguna de que los filósofos de Mileto se hubiesen preocupado por sí mismos de este problema -¿de qué materia están hechas las cosas?-, cuya solución se buscaba de ellos -Aristóteles-. Análogamente, si se nos dice que el princicpio de todas las cosas es, según Tales el agua, según Anaximandro el infinito y según Anaxímenes el aire, hay que guardarse de ver en estas fórmulas una respuesta al problema de la materia"(pág.51-52). (3)

Bibliografía:

(1) G.Reale y D.Antiseri. Historia del pensamiento filosófico y científico. Vol I. Antigüedad y Edad Media. ed.Herder. Barcelona, págs.618.

(2) R.Lane Fox.- El mundo clásico.La epopeya de Grecia y Roma. ed.Crítica. Barcelona, 2007.

(3) E.Bréhier. Historia de la filosofía. Vol.I. Desde la hasta el siglo XVII. Ed. Tecnos. Madrid, 1988.

(4) VV.AA. Historia de la filosofía. Ed.Santillana bachillerato. Madrid, 1997.

(5) Joan Ferrer Gràcia. De Tales a Demòcrit. El pnesament presocràtic. Fragmens i testimonis. Edicions de la ela geminada. Girona 2011





Orígenes de la filosofía

I. EL ORIGEN DE LA FILOSOFÍA EN LOS GRIEGOS.

1. La filosofía como creación del genio helénico. 

La filosofía es el ingrediente que falta en otros pueblos de Oriente que llegaron a alcanzar cotas elevadas de civilización (creencias y cultos religiosos, manifestaciones artísticas, conocimientos y habilidades técnicas, instituciones políticas, organizaciones militares).

La tenido consecuencias en todos los ordenes. ¿Habría que preguntarse si en otras culturas de forma independiente, ha aparecido algo semejante? La respuesta es ambigua, pues, mientras algunos consideran que es una aportación "nueva" a la cultura occidental, otros matizarían tales afirmaciones. 

2.- La imposibilidad de una procedencia oriental de la filosofía

Desde la postura que considera a la filosofía la creación "ex novo" del pensamiento occidental aportan tres tesis para fundamentar sus tesis:

1) En la época clásica, ninguno de los filósofos o de los historiadores griegos hace la más mínima mención de un presunto origen oriental de la filosofía.

2) Los pueblos orientales con los que entraron en contacto los griegos poseían una forma de sabiduría constituida por convicciones religiosas, mitos teológicos-cosmo-gónicos pero no una ciencia filosófica basada sólo en la razón (logos)-

3) No ha llegado a nuestro conocimiento ninguna utilización por parte de los griegos de escritos orientales o de traducciones de éstos.


A las tesis presentadas se les podría objetar las siguientes razones:

a) Imaginemos a Tales de Mileto que pertenecía a Jonia en el Asia Menor -actual-mente, costa turca del mediterráneo-. ¿Es posible que los turcos reivindicarán a Tales como filósofo turco? ¿Qué significa eso de "origen oriental"? ¿Tales de Mileto, era oriental? ¿Dónde poner barreras imaginarias? ¿No habrá en todo esto, un sentimiento etnocéntrico?

b) En esta etapa histórica de los siglo VIII-IV a.C. tenemos un conocimiento muy fragmentario -presocráticos-, y es posible que ciertas doctrinas u opiniones pudieran circular de forma hoy desconocidas para nosotros. Por ejemplo, el Poema babilónico de la Creación y el Poema de Gilgamesh. Se ha podido establecer correspondencias y paralelismos entre el primer poema y la Iliada, así como entre el segundo y el Antiguo Testamento -Libro del Génesis-. 

c) Respecto a la tercera prueba, sólo demostraría que aquellos que utilizaron dichas fuentes se "olvidaron" de mencionarlas (1).

II.- Las formas vitales griegas que prepararon el nacimiento de la filosofía.

2.1.- Los poemas homéricos y los poetas gnómicos (2) .

Para entender la filosofía de un pueblo y de una civilización, es imprescindible referirse: a) al arte; b) a la religión; c) a las condiciones sociopolíticas.

1) El arte más elevado tiende a alcanzar de manera mítica y fantástica, es decir, mediante la intuición y la imaginación, objetivos que también son propios de la filosofía.

2) La religión aspira a alcanzar, a través de representaciones no conceptuales y de la fe, determinados objetivos que la filosofía busca alcanzar mediante los conceptos y la razón. Hegel considerará que el arte, la religión y la filosofía son expresiones de lo Absoluto. Mientras que para Marx son expresiones de la superestructura ideológica que son reflejo de un determinado modo de producción.

3) Las condiciones socioeconómicas y políticas que a menudo condicionan el surgimiento de determinadas ideas que posibilitan la aparición de la filosofía: la libertad y la democracia.



Homero


Hesíodo


Antes de que naciese la filosofía los poetas tuvieron una influencia en la educación y la formación espíritual del hombre entre los griegos (paideia). La Ilíada y la Odisea así como Hesíodo y en los poetas gnómicos de los siglos VII-VI a.C., fueron las voces que los griegos oyeron y siguieron sus modelos y valores.

Los poemas homéricos se caracterizan por:

a) Las descripciones imaginarias y fantásticas no aparecen nunca la descripción de lo monstruoso y de lo deforme. Esto significa que la imaginación homérica aspira hacia la armonía,la proporción,el límite; la filosofía elevará todos estos factores al rango de principios ontológicos.

b) El arte de la motivación constituye en Homero una auténtica constante. Homero se esfuerza en buscar causas y razones (aunque sea a nivel mítico-fantástico). Esta búsqueda de las causas y de las razones será elevada a principio supremo por la filosofía.

c) La epopeya homérica consiste en tratar de presentar la realidad en su integridad: dioses y hombres, cielo y tierra, guerra y paz, bien y mal, etc., la totalidad de los valores que rigen la vida de los hombres.

· Hesíodo y su "Teogonía" explicará el nacimiento de todos los dioses. Y como muchos dioses coinciden con partes del universo y con fenómenos cósmicos, la teogonía se convierte en cosmogonía, es decir, una explicación mítico-poética y fantástica de la genésis del universo.

· en "Los trabajos y los días" exalta la Justicia como valor supremo. Y la justicia se convertirá en concepto ontológico, además de ético y político, especialmente en Platón.

· Los poetas líricos introdujeron otros concepto fundamental: el concepto de límite. El límite se entenderá, al menos en Platón, como lo determinado, lo que no le falta nada. Apunta a la idea de justa medida, que deberá expresar el comportamiento del individuo y del Estado.

· El Templo de Delfos dedicado a Apolo aparece la siguiente inscripción: Conócete a ti mismo". Celebre entre los egipcios, que será lema de Sócrates hasta llegar a los neoplatónicos.


2.2.- La religión pública y los misterios órficos.


La religión griega distingue entre la religión pública, cuyo modelo es la representación de los dioses y del culto que nos brinda Homero, y la religión de los misterios.

Para Homero y Hesíodo, todo lo que sucede se explica en función de las intervenciones de los dioses. Además, la vida de los hombres son imaginadas como vinculadas a los dioses.

Los dioses son fuerzas naturales personificadas a través de formas humanas idealizadas, o bien son fuerzas y aspectos del hombre que han sido sublimadas y han descendido con espléndidas semblanzas antropomórficas. Se ha dicho, que la religión pública de los griegos constituye una forma de naturalismo. Todo lo que se pide al hombre es que haga en honor de los dioses aquello que es conforme a la propia naturaleza (Physis).

Orfeo y Euridice


Pitágoras


El orfismo y los órficos -poeta Orfeo (3)- introducen un nuevo esquema de creencias y una nueva interpretación de la existencia humana.

El núcleo de las creencias órficas puede resumirse así:

El núcleo de las creencias órficas es el siguiente:

1. En el hombre se alberga un principio divino, un demonio (alma), que cae en un cuerpo debido a una culpa originaria. 

2. Este demonio no sólo preexiste al cuerpo, sino que no muere junto con el cuerpo, y está destinado a reencarnarse en cuerpos sucesivos, a través de una serie de renacimientos, para expiar aquella culpa originaria. 

3. La vida órfica, con sus ritos y sus prácticas, es la única que está en condiciones de poner fin al ciclo de las reencarnaciones, liberando así el alma de su cuerpo. 

4. Para quien se haya purificado (para los iniciados en los misterios órficos) hay un premio en el más allá (para los no iniciados, existen castigos).


Un factor fundamental de la religión griega, que influyó decisivamente en el nacimiento de la filosofía, es que los griegos no tuvieron libros sagrados, considerados como resultado de una revelación divina. Por consiguiente, no poseyeron una dogmática fija e inmodificable. Esta carencia de dogmas, y de personas encargadas de custodiarlos, otorgó una amplia libertad al pensamiento filosófico, que no halló obstáculos como los que habría encontrado en comunidades orientales.


2.3.- Las condiciones socio-político-económicas que favorecieron el surgimiento de la filosofía.

El advenimiento del lógos occidental guarda una profunda relación con una serie de cambios sociales y políticos ocurridos en aquella época, a saber: El desarrollo de la actividad comercial. La fundación de diversas colonias -Mileto- comerciales a lo largo de las costas mediterráneas favoreció el desarrollo de la actividad comercial, la cual puso a los griegos en contacto con pueblos, costumbres, usos y creencias heterogéneas y diferentes a las suyas, ante las que resultaba conveniente desarrollar nuevas formas de relación que permitieran el entendimiento y la comprensión entre personas de tradiciones distintas y, de este modo, se tendía a superar la idiosincrasia y los particularismos de cada cultura y a recurrir a elementos o cualidades objetivos y comunes a todos los seres humanos, por ejemplo, al intelecto y a la razón. 

El surgimiento de nuevas clases sociales. La antigua aristocracia, noble y guerrera, defensora de las tradiciones, fue paulatinamente desplazada por la nueva clase económica, comercial y artesana, cuyas actividades e intereses eran completamente diferentes; consecuentemente, la cultura tradicional y mítica, que defendía viejos privilegios, comenzó a ser sustituida por principios y leyes de carácter racional y positivo, de acuerdo con las nuevas situaciones. 

El desarrollo de nuevas formas políticas. Las condiciones geográficas de la Hélade, por una parte, un litoral enormemente recortado, con numerosos golfos, cabos e islas y, por otra, en las tierras interiores, profundos valles aislados por cadenas montañosas, contribuyeron a la incomunicación y a la separación entre sus diferentes comarcas y, de este modo, se favoreció la desaparición de la idea de imperio, surgiendo en su lugar una nueva concepción política, la pólis, la ciudad-Estado, en donde las relaciones entre las personas se establecieron por vínculos de proximidad geográfica y de juego político; en consecuencia, el poder carismático y totalitario de los reyes comenzó a ser sustituido por la autoridad racional de los nuevos gobernantes y los antiguos súbditos se convirtieron en cuidadanos. Éstos disponían de dos nuevas herramientas: la Isonomía y la Isegoría. La primera suponía el primado de la Ley por encima de cualquier ciudadano. Todos eran súbditos de la Ley. La isegoría suponía conceder a la palabra el valor para la convivencia y el debate político.


3. El concepto y la finalidad de la filosofía antigua

3.1.- Los rasgos esenciales de la filosofía antigua.

La tradición afirma que el término "filo-sofía" fue creado por Pitágoras. El término suponía que sólo los dioses poseen la sofía (sabiduría) que es un posesión cierta y total de la verdad, mientras que en el hombre sólo le es posible una tendencia hacía la sabiduría, un amor al saber que nunca podrá ser colmado.El término "filosofía" desde Platón es el de "amor a la sabiduría".

La filosofía asumió las tres características siguientes, que hacen referencia a: a) su contenido, b) su método y c) su objetivo.

1.- Contenido.

La filosofía se propone explicar la totalidad de las cosas, es decir, toda la realidad, frente a las ciencias particulares que se contentan con delimitar su campo de explicación. La búsqueda por explicar la totalidad se encontrará en el descubrimiento del primer principio (arjé).

2.- Método.

La filosofía aspira a ser una explicación puramente racional de aquella totalidad que se plantea como objeto. La filosofía debe ir más allá del hecho, para hallar la causa o causas, precisamente a través de la razón. El logos debe desvelar (aletheia) la verdad de la totalidad de las cosas.

3.- Objetivo.

La finalidad reside en el puro deseo de conocer y de contemplar la verdad. La filosofía griega expresa la imagen de un saber desinteresado. Aristóteles dejó constancia de que el cultivo de la filosofía no aparecía hasta que las necesidades vitales estaban cubiertas.

En resumen, el gran descubrimiento de la filo-sofía griega reside en haber intentado esta aproximación al todo (realidad) a través de la razón (logos) y al método racional.

3.2. La filosofía como necesidad primaria de la mente humana.

¿Por qué ha sentido el hombre la necesidad de filosofar? La respuesta griega era por la propia constitución de la naturaleza humana. Platón y Aristóteles afirmarán que el hombre tiende al saber porque se sienten llenos de asombro o de admiración (4).

En consecuencia la raíz de la filosofía consiste en esta admiración, que surge en el hombre que se enfrenta con el Todo y se pregunta cuál es el origen y el fundamento de éste y qué lugar ocupa él mismo en este cosmos.


3.3. Los problemas fundamentales de la filosofía antigua.

En un principio la totalidad de lo real fue vista como Physis (naturaleza) y como cosmos, lo cual hizo que el problema filosófico fuese el cosmológico. ¿Cómo surge el cosmos?

Posteriormente, los sofistas modificarán estas cuestiones, deja de interesar los problemas cosmológicos y el interés se traslada al campo antropológico. Nacerá así la problemática ético-política.

Platón y Aristóteles (s.IV-III a.C.) enriquecerán aún más estas temáticas: ámbitos epistemológicos, metafísico u ontológico y ético-políticos. La diversidad de temáticas y sus diferentes tratamientos hacen de estos autores punto de partida para la indagación filosófica.

La filosofía postaristotélica coincide con el helenismo, que organizará el saber en tres grandes apartados dando preeminencia a la ética: lógica, física y ética. La problemática central es la salvación del hombre. ¿Cómo buscar la felicidad en un mundo cambiante? La filosofía de Epicuro (s.III a.C), del estoicismo (Zenón de Citio 335-263 a.C.) y el escepticismo (Pirrón de Elis 365-275 a.C.) dejarán en el olvido las grandes construcciones metafísicas de Platón y Aristóteles, porque ahora se trata de buscar consolaciones para una vida que necesita felicidad, y esta no se puede encontrar en el "mundo de las ideas", ni en los ideales del sabio contemplativo.

La última filosofía griega, que se desarrolla en paralelo con el cristianismo, acabará por responder a instancias místico-religiosas, en consonancia con la mentalidad de la nueva época (neoplatonismo y Plotino 204-269). El tema central en esta etapa es la salvación del hombre desde el terreno espiritual, porque nos jugamos el alma en el más allá.

3.4. Las etapas y los períodos de la historia de la filosofía antigua.

La filosofía griega se inicia en el siglo VI a.C., y llega hasta el 529 d.C., año en que el emperador Justiniano cerró las escuelas paganas.

A lo largo de este largísimo período de tiempo pueden distinguirse las siguientes etapas:

1.- El período naturalista. El problema de la Physis y el cosmos predominarán en la reflexión filosófica que se sucederá entre los siglos VI-V a.C; que vio sucederse a los jónicos, los pitagóricos, los eleáticos, los pluralistas y los  físicos eclécticos.

                           
2.- El período antropológico, que en parte coincide con la última etapa de la filosofía naturalista -Empédocles, Anaxágoras y Demócrito-, y que protagonizaron los sofistas y especialmente Sócrates.


3.- Platón y Aristóteles que elaboraron las grandes síntesis y que se caracteriza por el descubrimiento de lo suprasensible (metafísico) y por la explicitación y formulación unitaria de diversos problemas filosóficos.

4.- El período helenístico, que abarca desde la gran conquista de Alejandro Magno hasta el fin de la era pagana y que, además del florecimiento del cinismo (Antístenes 444-365 a.C.) contempla la aparición del epicureísmo, el estoicismo, el escepticismo y el eclecticismo.

5.- El período religioso del pensamiento pagano se desarrolla durante la época cristiana y que culmina con el neoplatonismo.

6.- Durante este período surge el pensamiento cristiano que tratará de transmitir su mensaje de salvación con categorías procedentes de los filósofos griegos.




Bibliografía:

Reales,G; Antiseri,D.- Historia del pensamiento filosófico y científico. Vol.I. Antigüedad y Edad Media, ed. Herder, 3 ª ed.,2001, Barcelona. Cap1. (pág.21.33).




NOTAS:

(1) Las reflexiones críticas vienen al hilo del libro de José María Ridao "Laz paz sin excusa. Sobre la legitimación de la violencia. Ed. Tusquets. Col. Kriterios nº 17. Barcelona, 2004. Cap.4.

(2) A los aforismo de antaño eran llamados "gnomos". En nuestro idioma "gnómicas" se denominan a las compo-siciones en verso breves que incluyen una sentencia más o menos moral. 
Adrien Tournebous o, según otros, Turnèbe, se llamó en latín Turnebus. Fue un humanista francés (1512-1565), profesor de griego en el Colegio de Francia de París, como sucesor de Toussain. En 1551 fue nombrado director de la Presse Royale, lo que le permitió imprimir en los años 1552-53 nuevos textos de Ésquilo y de Sófocles. En 1553 publicó una antología de poetas griegos gnómicos antiguos, Teognis y otros.

(3) "El mito de Orfeo es uno de los más oscuros y cargados de simbología de cuantos registra la mitología helénica".( P. Grimal, Diccionario de Mitología Griega y Romana, p. 391.)

Según La versión de Ovidio el mito de Orfeo se resumen de la siguiente manera: Orfeo estaba profundamente enamorado de su mujer Eurídice. Sin embargo, la fatalidad quiso que Aristeo persiguiese un día a Eurídice para violarla. Cuando huía, una serpiente venenosa le mordió y Eurídice murió. Orfeo quedó desconsolado. Embargado por la tristeza, dejó de cantar sumiendo a la naturaleza que le rodeaba en una profunda melancolía. Por fin, añorando desesperadamente a su mujer decidió ir a la puerta del Hades donde consiguió, con su música, que hasta la más inflexible de las diosas, la diosa del Hades (Hécate o Perséfone) se apiadase de él hasta el extremo de que le permitió hacer algo que estaba vetado a todos los demás mortales: descender al Hades para recuperar a su mujer. Únicamente le impuso una estricta condición: que cuando la encontrase y retornase con ella al mundo terrenal, Eurídice debía seguirle y Orfeo, en ningún caso, podría girarse hacia atrás para comprobar si la mujer le seguía. Si incumplía esta orden, la perdería definitivamente. Orfeo aceptó el reto. Caminando por el Hades consiguió paralizar con sus cantos toda la vida y movimientos del antro infernal (la rueda de Ixión y la piedra de Sísifo dejaron de rodar y las Danaides abandonaron momentáneamente su inútil trabajo de llenar de agua las jarras agujereadas) hasta que, por fin, encontró a Eurídice. Ella, tal como había sido prescrito, siguió sumisamente sus pasos a lo largo del camino de retorno hacia la luz del sol. Sin embargo, Orfeo, cuando ya estaba pisando el umbral de la salida del Hades, no pudo contener su humana curiosidad y se giró hacia atrás para comprobar si su mujer le seguía, aunque tan sólo llegó a intuir como una sombra espectral se desvanecía hacia las profundidades del abismo infernal. La amenaza de la diosa del Hades se había cumplido implacable.

Recordemos sucintamente en qué consistió este relato mítico descrito en las Rapsodias órficas. Dioniso nació de Zeus y Kore en Creta. Zeus anunció a los demás dioses que su hijo Dioniso sería su sucesor en el trono. Pero los Titanes, celosos por esta noticia, atrajeron con diversos objetos (un espejo, manzanas, una peonza, etc) la atención del niño dios. Cuando estuvo en sus manos, los Titanes lo descuartizaron en siete partes que primero hirvieron y luego asaron y, finalmente, comieron. Sin embargo, Atenea pudo rescatar aún vivo su corazón, que presentó a Zeus en un casco. Zeus, indignado ante tal fechoría, descargó su rayo sobre los Titanes para hacerlos desaparecer de la faz de la tierra. De las cenizas humeantes surgieron los hombres, formados de dos partes, una mortal y titánica, el cuerpo, y otra inmortal y divina, la procedente del dios Dioniso.( Francesc Casadesús Bordoy Universidad de las Islas Baleares).

(4) "Que no se trata de una ciencia productiva, es evidente ya por los primeros que filosofaron. Pues los hombres comienzan y comenzaron siempre a filosofar movidos por la admiración; al principio admirados ante los fenómenos sorprendentes más comunes; luego avanzando poco a poco y planteándose problemas mayores, como las cambios de la luna y los relativos a sol y a las estrellas, y la generación del universo. Pero el que se plantea un problema o se admira, reconoce su ignorancia. (Por eso también el que ama los mitos es en cierto modo filósofo; pues el mito se compone de elementos maravillosos). De suerte que, si filosofaron para huir de la ignorancia, es claro que buscaban el saber en vista del conocimiento, y no por alguna utilidad. Y así lo atestigua lo ocurrido. Pues esta disciplina comenzó a buscarse cuando ya existían casi todas las cosas necesarias y las relativas al descanso y al ornato de la vida." (Aristóteles, Metafísica)

Frases memorables (Tales de Mileto)

(...) D’ell [Tales de Mileto s.VI a.C ] en circulen els apotegmes següents: la més vella de totes les coses, déu: perquè s no nascut; la més bella, el món: porquè és obra de déu; la més gran, el lloc: perquè tot ho conté; la més ràpida, la intel•ligència: perquè tot ho travessa; la més forta, la necessitat: perquè tot ho domina; la més sàvia, el temps: perquè tot ho descobreix” (Diògenes Laerci, Vides i sentències dels filòsofs, I 22-40*) (pàg.145)




[(...) De él [Tales de Mileto s.VI a.C] circulan los apotegmas siguientes: la más vieja de todas las cosas, dios: porque es no nacido; la más bella, el mundo: porque es obra de dios; la más grande, el lugar: porque todo lo contiene; la más rápida, la inteligencia: porque todo lo atraviesa; la más fuerte, la necesidad: porque todo lo domina; la más sabia, el tiempo: porque que todo lo descubre "(Diógenes Laercio, Vidas y sentencias de los filósofos, I 22-40 *) ]

De Tales a Demòcrit. El pensament presocràtic. Fragments i testimonis. Edició i traducció de Joan Ferrer Gràcia.Quadrivium, 4  Edicions de la ela geminada, Girona, 2011.

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