CIENCIA Y SUJETO EN LA ÉPOCA MODERNA
(R. DESCARTES)
[Introducción][Descartes y sus intereses][Descartes y sus
ideas claras][Descartes y la sustancia][Descartes y el sistema mecanicista] [El
hombre][Moral provisional]
1. Introducción.
El origen de la modernidad al menos en
cuanto a las implicaciones filosóficas, fue el pensamiento de Guillermo de
Occam (-1300-1349/50). Su distinción entre conocimiento intuitivo y
conocimiento abstractivo supone un cambio cuya deriva dejará un surco que marcará
el camino hacia la autonomía de la razón frente al primado de la fe. Si no
tenemos conocimiento intuitivo de Dios, ¿cómo podemos conocerlo? La respuesta
de Occam se halla en la fe. Pero, paradójicamente, liberará a la razón para un
desarrollo propio y específico. Si la razón es impotente frente a la
omnipotencia divina, lo adecuado será el conocimiento intuitivo que conoce la
experiencia, aquella vivencia inmediata por el cual el ser existente y
particular es conocido por el sujeto que conoce.
Esta modernidad se expresará en el pensamiento renacentista que si algo puede
caracterizarse es precisamente lo irreductible de una visión
extraordinariamente vital frente al triunfo de la razón y su visión
matematizable de la realidad que se inicia con las figuras de Galileo Galilei
(1564-1642) y R.Descartes (1596-1650) y culmina en la apoteosis de la ciencia
del barroco con I.Newton(1642-1727).
El pensamiento renacentista se inserta a su vez en un momento histórico de
cambios extraordinarios, a saber, el nacimiento del Estado. No es casualidad
que el pensamiento filosófico y la ciencia que los acompaña serán fieles
escuderos del Estado, que T.Hobbes (1588-1679) llamará Leviatán. Sin lugar a
dudas, desde una perspectiva histórica, el legado de la modernidad han sido dos
regalos envenenados a la historia contemporánea, a saber: la ciencia y el
Estado. La ciencia se ha desarrollado en la medida que el Estado ha necesitado
resolver todos los problemas que conlleva la dominación del hombre por el
hombre y la naturaleza.
2. Descartes y sus intereses.
Mientras Europa afianza lazos de hermandad con la Guerra de los Treinta (1)
años, R.Descartes (1596-1650) participa como guerrero profesional, en una de
sus múltiples ocupaciones:”(...) abandoné de forma total el estudio de las
letras y tomando la decisión de no buscar otra ciencia que la que pudiera
encontrar en mí mismo o en el gran libro del mundo, dediqué el resto de mis
años de juventud a viajar, conocer cortes y ejércitos, tratar con gentes de diversos
temperamentos y condición social (...)”.Entre devastación y muerte,
nuestro héroe se dedicará a ver “claro y distinto” en un mundo lleno de fuego y
espanto. El contraste resulta “evidente”.
¿Por qué Descartes se preocupa por problemas de orden filosófico? Una
respuesta, puramente especulativa, sería que Descartes inicia su andadura
filosófica, espoleado por sueños que, al abrigo de la estufa en las cercanías
de Ulm, tuvo en la noche del 10 al 11 de septiembre de 1619. En el sueño
se le representa la "ciencia admirable" (mirabilis scientia):"
he comenzado a entender el fundamento del descubrimiento maravilloso"
(Olympica). En las Reglas (IV), nos dice: "(..) que, pertant, hi ha
d'haver una certa ciència general que expliqui tot allò que pugui investigar-se
sobre l'ordre i la mesura que no s'adjudica a cap matèria en especial; i que se
l'anomena (..)- mathesis universal perquè conté tot allò que permet anomenar
les latres ciències parts de la matemàtica" (2) (IV,378-379, pág.80-81).
Resumiendo,
en el famoso sueño entrevé lo que será el norte filosófico: la búsqueda de un
instrumento matemático que permita avanzar con paso firme y seguro: certeza,
mediante un método cuyo modelo es la matemática.