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¿Qué significado puede tener el nombre de Karl Marx?

 “(...) El hecho de que los teólogos medievales a su manera, es decir cambiándoles el sentido, estudiaran a Platón y a Aristóteles es equivalente a la utilización de la metafísica de Hegel por parte de Karl Marx para su cosmovisión política*. (...)” (pág.628)

Este pequeño fragmento ha dado pie a discusiones de orden filosófico, acerca de la idoneidad de lo que quiere decir Heidegger al pronunciar Karl Marx. Martínez Marzoa, hace hincapié en el tono causal de la utilización por parte de Heidegger. 




En la presentación de su libro “La filosofía de El capital**”, Martínez Marzoa, la obra de Marx se expresa en “El capital”, despachando así toda la escolástica alrededor de las distinciones entre un Marx joven y otro maduro, entre filósofo y economista, y todas las distinciones que hoy parecen desdibujarse. Al decir de Martínez Marzoa*, si alguien quiere saber lo que decía Marx, hay que buscarlo en su obra El capital. Pues, es en ella donde se esforzó por  expresar lo que quería decir acerca de la sociedad de su tiempo: “La riqueza de las sociedades donde domina el modo de producción capitalista aparece como un colosal amontonamiento de mercancías, y cada mercancía como su forma elemental. Por eso nuestra investigación comienza con el análisis de la mercancía” [La riquesa de les societats on domina el mode de producció capitalista apareix com un colossal amuntegament de mercaderies, i cada mercaderia com a la seva  forma elemental. Per això la nostra recerca comença amb l'anàlisi de la mercaderia ***”(pàg.67)].



Enredos de la filosofía analítica

" Para los filósofos no hay tarea más difíciles que la de descender del mundo de las  ideas al mundo real. La realidad inmediata del pensamiento es el lenguaje. Y como  filósofos ha conferido existencia autónoma al pensamiento, se ha visto obligados a convertir el lenguaje en un reino autónomo. Éste es el secreto del lenguaje filosófico, en el que las ideas tienen, en cuanto palabras, un contenido propio. El problema de descender del mundo de las ideas al mundo real viene, pues, a identificarse con el problema de descender del lenguaje a la vida..

Los filósofos no tendrían más que retrotraer su lenguaje al lenguaje ordinario, del que lo han abstraído, para darse cuenta de que el suyo no es sino el lenguaje  deformado del mundo real, tomando así buena nota de que ni las ideas ni el lenguaje forman un reino aparte; unas y otro son simplemente manifestaciones de la vida real”.[1]

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El fragmento viene a cuento, por la crítica que se hace a la filosofía analítica y su vía terapéutica para resolver los problemas de sentido o mejor del sinsentido de la metafísica. Que Marx haya expuesto “un programa postfilosófico” ( Jacobo Muñoz)  nos dice muy poco de los enredos en los que la filosofía analítica –John Wisdom- se instaló por las obsesiones cientificistas y el afán de disecar el lenguaje. El Wittgenstein del Tractatus, también se perdió en esa senda. Su isomorfismo entre lenguaje –científico- y la realidad es una quimera. Por ello pudo decir: “El sentido todo del libro podría, en cierta medida, resumirse así: lo que puede se dicho, puede ser dicho con total claridad y sobre lo que no cabe hablar se debe guardar silencio” (Tractatus, Prólogo*, pág.5). El propio Wittgenstein abandonase tales tesis en una segunda fase de su evolución filosófica, permite entrever las críticas vertidas por Marx, siguen siendo oportunas, y deberían ser más tenidas en cuenta en la órbita filosófica.



Karl Marx: Contra la pena de muerte (I)



 (Contra la pena de muerte)

(...). La historia y la estadística demuestran, además, de manera total, que desde Caín el mundo jamás ha sido corregido ni intimidado por el castigo (el subrayado es mío). No hay más que una teoría filosófica del castigo que presupone el reconocimiento abstracto de la dignidad humana; es la teoría anunciada por Kant y precisada por Hegel. (...) Hegel lo eleva [al criminal] al rango de un sujeto libre y autónomo; pero aquí como en otros sitios, es fácil ver que el idealismo alemán no hace más que revestir con un manto metafísico las leyes de la sociedad existente, y así las consagra. (...). En realidad, la pena de muerte es un medio por el cual la sociedad se defiende contra todo aquello que amenace sus condiciones de existencia. Que es por tanto miserable esta sociedad que no ha encontrado otro medio de defensa que el verdugo y que proclama su brutalidad como si fuera una ley eterna*.” (pág.431) (Marx, New York Daily Tribune, 17-18 de febrero de 1853)


*Karl Marx, Llamando a las puertas de la revolución. Antología. Edición de Constantino Bértolo, Penguin clásicos, Barcelona, 2017.


Bertrand Russell: Fars de llum en mig de les tenebres (I)

  "Aquells les vides dels quals són fecundes per a ells mateixos, per als seus amics o per al món estan inspirats per l'esperança i...