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Any Rand, vist per Wolfram Eilenberger (I)

 He acabat de llegit el llibre de Wolfram Eilenberger, El Fuego de la libertad. El refugio de la filosofía en tiempos sombríos 1933-1943. Trad. Joaquín Chamorro Mielke. Taurus. Barcelona, 2021.



Ayn Rand (1943)


En aquest llibre Eilenberger ens ofereix els retrats de quatre pensadores que van viure aquells temps convulsos i que cadascuna va viure a la seva manera les transformacions de tota una època. Les quatre representen posicions molt diferenciades i contraposades: Simone de Beauvoir, Simone Weil, Ayn Rand i Hannah Arendt. Sobte el nom de Ayn Rand. Entre Simone Weil i Ayn Rand hi ha un abisme en la mirada del mon que contemplen. Curiosament, Ayn Rand, representa avui, les idees del Tea Party, és a dir, l’exaltació de la individualitat més ferotge envers el altres. Rand és la ideòloga del llibertaris, però el seu temps, no era gens propici per aquest exercici de solipsisme polític. Ayn Rand és l’autora del llibre “El manantial” (1943), que havia anat treballant des de feia molt de temps (1935). El seu heroi de la novel•la era Howard Roark. Rand descriu el seu heroi amb aquestes paraules:

“La indiferencia y un infinito y sereno desprecio es todo lo que siente por el mundo y los hombres que no son como él. Entiende a estos muy bien. Y debido a que los entiende, deja de lado todo este asunto. Como alguien que se vale del todo por sí mismo, no anhela a otros de su clase que estén con él y lo comprendan.” (pàg.130)

En la novel•la “El Manantial” (1), el seu protagonista està davant d’un jurat, perquè com arquitecta d’una colònia Cortlandt, ha acabat per destruir-la perquè s’havien fet canvis sense el seu consentiment. Ha destruït un bé que podien haver gaudit el seus  habitants, però que amb la seva destrucció ha deixat orfes. Howard Roark, s’enfronta al jurat com si fos Sòcrates! Aquestes son les seves últimes paraules abans que el jurat deliberi sobre la seva culpabilitat o la seva innocència.

“Ahora saben por qué volé Cortlandt (...).

Estoy aquí para decir que no le doy a nadie el derecho a un solo minuto de mi ivda. O a un ápice de mis energías. O a cualquiera de mis logros. Sean quienes sean y cuantos sean los que lo reclamen, y por grande que sea su necesidad.

He venido aquí para decir que la integridad del trabajo creador de una persona es más importante que cualquier tipo de caridad. Quienes no entienden esto son los que destruyen el mundo.

He venido aquí para imponer mis condiciones. No estoy dispuesto a vivir por los demás.

No reconozco ninguna obligación hacia los hombres, excepto una: respetar su libertad y no involucrarme en una sociedad de esclavistas*. Me gustaría darle a mi país los diez años que tenga que pasar en prisión en el caso de que mi país ya no exista. Los gastaré en memoria y gratitud por lo que mi país fue una vez. Mi negativa a vivir y trabajar en el mundo que ha ocupado su lugar será un juramento de lealtad.” (pág.302)


Wittgenstein i el jocs del llenguatge

 Llegeixo al llibre de Wolfram Eilenberger, Tiempo de magos. La gran década de la filosofía 1919-1929. Trad.Joaquín Chamorro Mielke. Ensayo. Debolsillo. Barcelona, 2023.




Parlant de Wittgenstein diu això:

“Antes creía que había el lenguaje corriente, el que todos hablamos, y un lenguaje primario que expresa lo que realmente sabemos, esto es, los fenómenos. (…) Ahora quisiera explicar por qué ya no sostengo esta concepción. Ahora creo que, en esencia, no poseemos más que un solo lenguaje, y este es el lenguaje corriente. No necesitamos inventar un nuevo lenguaje o construir un simbolismo, puesto que el lenguaje corriente es ya el lenguaje, a reserva de liberlarlo de las ambigüedades que encierra. Nuestro lenguaje es ya perfecto si tenemos claro lo que simboliza. Otros lenguajes distintos del ordinario también son valiosos (…), por ejemplo, para representar los pasos de una deducción es muy útil un simbolismo artificial. (…) Pero cuando se trata de considerar hechos reales, vemos que ese simbolismo está en desventaja frente a nuestro lenguaje real. Naturalmente, es del todo falso hablar de una forma de sujeto-predicado. En realidad no hay una, sino multitud de ellas.“ (pág.334)


Bertrand Russell: Fars de llum en mig de les tenebres (I)

  "Aquells les vides dels quals són fecundes per a ells mateixos, per als seus amics o per al món estan inspirats per l'esperança i...