Descartes (y VI)

7. ¿Moral provisional o moral definitiva?

En los "Principios de la filosofía" se puede leer lo siguiente: " Així, tota la filosofía és com un arbre, que té per arrels la metafísica, per tronc la física i per branques que surten d'aquest tronc totes les altres ciències, que es redueixen a tres de principals, a saber, la medicina, la mecànica i la moral - vull dir la més alta i més perfecta moral, la qual, pressuposant un coneixement complet de les altres ciències, és el darrer grau de la saviesa" (10).

Si en los Principios (1644) aparece la moral como expresión del grado más elevado de la sabiduría, ¿cómo ha tratado la moral Descartes a lo largo de su obra? En el Discurso del método (1637) aparecen las siguientes "máximas":

1) "la primera en obedecer las leyes y costumbres de mi país, conservando constantemente la religión en que Dios me ha concedido la gracia de que instruyera desde niño, rigiéndome en las restantes cosas según las opiniones más moderadas y más apartadas de todo exceso, que fuesen comúnmente aceptadas en larpáctica por las personas más sensatas con quienes tuviera que convivir".

2) "Mi segunda máxima fue la de ser lo más firme y resuelto que pudiese en mis acciones y seguir con tanta constancia en las opiniones más dudosas, una vez resuelto ello, como si fueran muy seguras.(...) cuando no está en nuestro poder discernir las opiniones más verdaderas, debemos seguir las más probables (..)".

3)"Mi tercera máxima fue procurar siempre vencerme a mí mismo antes que a la fortuna y alterar mis deseos antes que el orden del mundo; y acostumbrarme a creer que sólo nuestros pensamientos están enteramente en nuestro poder, de manera que, después de haber obrado lo mejor que hemos podido, en lo tocante a las cosas exteriores, lo que no logramos es absolutamente imposible para nosotros".

4) "(..) aplicar mi vida entera al cultivo de mi razón y adelantar todo lo posible en el conocimiento de la verdad según el método que me había prescripto(...). (..) basta juzgar bien para obrar bien, y juzgar lo mejor posible para hacer también lo mejor, es decir, para adquirir todas las virtudes y juntamente con ellas todos los bienes que pueden adquirirse; y cuando uno tiene la certidumbre de que ello es así, no puede dejar de estar contento" (Discurso del método. ed.Alianza, 5ed,Madrid, 1982,III, págs.88-90).



Al hilo de la explicación que aparece en la introducción al "Tractat de les passions" a cargo de Pere LLuís Font, seguiremos sus sabias explicaciones:

La primera regla es la "adaptación y la moderación": obedecer las leyes y las costumbres del país y mantener la religión de la infancia,y en toda otra cosa seguir las opiniones más moderadas.

La segunda,la de la decisión y la constancia: ser firmes y decididos en las acciones y no ir cambiando de opinión cuando nos hemos determinado de buena fe por una, aunque sea solamente probable o dudosa.

La tercera, la del autodominio y la indeferencia: procurando "vencerme a mí mismo más que a la fortuna, y cambiar mis pensamientos" (que es lo único que están en mi poder) "más que el orden del mundo", dejándome indiferente delante de todo aquello que no dependa de mi.

La cuarta, la del cultivo de la razón: como elección de vida y la afirmación del intelectualismo moral.

                                  Cuadro comparativo entre las dos formulaciones(11)



La moral cartesiana se centra en el entendimiento y la voluntad que identifica con la libertad. En el Discurso del método, se hace profesión de fe respecto al intelectualismo moral al decirnos: " hay suficiente juzgar bien para hacer el bien..". En este texto el papel de la voluntad es inexistente, frente al entendimiento. El intelectualismo moral -cuyo origen se encuentra en Sócrates- se confunde al no distinguir entre conocimiento teórico y práctico. No basta juzgar bien,porque sencillamente, eso es impracticable(12).




En el Tractat, el papel de la voluntad cobra protagonismo: la virtud consiste en "tenir sempre la voluntad d'emprendre i d'executar tot allò que [jutgem] que és el millor" (T,III, 153,pàg.163). Ahora, el requisito de "juzgar bien" no es el criterio para obrar bien,pues falta la buena voluntad. Porque el campo específico de la moral es el uso del libre arbitrio(13).


Notas:

(1) En la "Rendición de Breda" (1624) o Las lanzas, de Velázquez, contemplamos una escena de la guerra de los "Treinta Años". Descartes había residido en esa ciudad poco antes (1617-1619), sirviendo la bandera de Mauricio de Nassau, de la casa de Orange y aliado de Francia. Estaba en el ejército, pero no en la guerra. Gozaba de tiempo libre. En Breda se encontró con que alguien había fijado el cartel de un problema matemático. El joven se siente retado y pide a un desconocido que le traduzca el texto al francés o al latín. El desconocido es el profesor Isaac Beeckman (1588-1637), de Dordrecht, que se sonríe: "Si halláis la solución, enviádmela. Tened, mi dirección". Al día siguiente Beeckman recibe con sorpresa la solución correcta. Nace la amistad entre el profesor y el soldado. Beeckman será su confidente y amigo. En un futuro, Holanda, el país de las mil sectas, será también residencia habitual del filósofo. (Santiago Fernández Burillo.-René Descartes, Semblanza)

(2) René Descartes.- Regles per a la direcció de l'enginy. ed.62, Barcelona, 1998. La páginación se indica según las obras completas de Descartes editadas por Adam &Tannery en el vol X,pp.359-469; mientras que las páginas hacen referencia a la edición llevada a cabo por Silvi Turró para Edicions 62.

(3) En la modernidad filosófica inaugurada por Descartes se debate sobre las relaciones entre la subjetividad y el mundo objetivo y los supuestos puentes que se tienden entre uno y otro. Esta mediación presupone que en el orden epistemológico y en el orden del pensamiento podemos distinguir entre los conceptos y un material neutro, libre de toda conceptulización -cómo si esto fuera posible-. En el racionalismo este material neutro sería las ideas.

(4) Ana María Andaluz Romanillos, José Sarrión Cayuelas,Luis Tatay Alabau.- Historia de la filosofía a partir de los textos. Editorial Luis Vivies,1988.pág.269. Se trata de uno de los mejores textos de Historia de la Filosofía en el mercado.

(5) Descartes.- Meditaciones Metafísicas. 9ed.ed. Aguilar, Madrid,1980. "Suelo imaginarme muchas otras cosas, además de aquella naturaleza corpórea que es el objeto de la pura matemática, como son los colores, los sonidos, los sabores, el dolor, etcétera, pero ninguna tan claramente como aquélla; y dado que percibo estas cosas mejor por los sentidos, por los cuales parecen haber llegado a la imaginación con ayuda de la memoria, para tratarlas de un modo más útil se ha de tratar al mismo tiempo sobre los sentidos, y se ha de ver si se puede obtener algún argumento cierto en favor de la existencia de los seres corpóreos a partir de aquellas cosas que se perciben por medio de ese modo de pensar que llamo sentido" (Meditación Sexta, pag.109)

(6) Ana María Andaluz Romanillos, José Sarrión Cayuelas,Luis Tatay Alabau.- Historia de la filosofía a partir de los textos, pág.271.

(7) Ana María Andaluz Romanillos, José Sarrión Cayuelas,Luis Tatay Alabau.- Historia de la filosofía a partir de los textos, pág.275.

(8) Para Carlos Castilla del Pino, en su libro Teoría de los Sentimientos, afirma que Descartes no hay que entenderlo como un dualismo de naturaleza, sino de función, puesto que establece una localización al alma en el cuerpo -la glándula pineal-, pero sí de función, puesto que, a diferencia de las funciones que conciernen al cuerpo, están las que conciernen al pensar, sentir y padecer.

(8bis) Jorge Pérez de Tudela. Historia de la Filosofía Moderna. De Cusa a Rousseau. col. Tractatus Philosophiae. ed.Akal, Madrid,1998,pág.171-172.

(9) G.Reale y D.Antiseri.- Historia del pensamiento filosófico y científico. vol II, Del humanismo a Kant, ed.Herder, Barcelona, 2001, pág.336.

(10) La cita aparce en el estudio preliminar a cargo de pere LLuís Font, del Tract de les passions.cartes sobre la moral.Edicions 62,pàg.21.

(11) La cita aparce en el estudio preliminar a cargo de pere LLuís Font, del Tract de les passions.cartes sobre la moral.Edicions 62,pàg.28.

(12) Las dificultades que el intelectualismo moral conlleva son explicadas con detalle y amenidad en el estupendo libro de J.A.Rivera: Lo que Sócrtes diría a W.Allen.Cine y Filosofía. Espasa Calpe,Madrid,2003,págs.38-48.


(13) Estudio preliminar a cargo de pere LLuís Font, del Tract de les passions.cartes sobre la moral.Edicions 62,pàg.32.

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