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Comentario de texto de Descartes

 Comentario de texto


Y, por tanto, [...] yo debería tener la existencia de Dios por algo tan cierto, como hasta aquí he considerado las verdades de las matemáticas, que no atañen sino a números y figuras; aunque, en verdad, ello no parezca al principio del todo patente, presentando más bien una apariencia de sofisma. Pues, teniendo por costumbre, en todas las demás cosas, distinguir entre la existencia y la esencia, me persuado fácilmente de que la existencia de Dios puede separarse de su esencia, y que, de este modo, puede concebirse a Dios como no existiendo actualmente. Pero, sin embargo, pensando en ello con más atención, hallo que la existencia y la esencia de Dios son tan separables como la esencia de un triángulo rectilíneo y el hecho de que sus tres ángulos valgan dos rectos, o la idea de montaña y la de valle; de suerte que no repugna menos concebir un Dios (es decir, un ser sumamente perfecto) al que le falte la existencia (es decir, al que le falte una perfección), de lo que repugna concebir una montaña a la que le falte el valle. (Meditaciones metafísicas con objeciones y respuestas, Meditación quinta (Alfaguara, Madrid 1977, p. 55)





1.- Resumen. 


El texto trata de demostrar la existencia de Dios a través del argumento ontológico. Descartes afirmará que al igual que un triángulo tiene como esencia que la suma de sus tres ángulos valgan dos rectos, así también, en el caso de Dios existencia y esencia son inseparables, pues sería incongruente que faltase en él la existencia.


2.- Análisis.


Descartes afirmará que el "yo" posee como idea la de un ser perfecto que identificará con Dios. La prueba se basa en el argumento ontológico, cuyo origen se remonta a San Anselmo (s.XI). Si Dios existe entonces la hipótesis del genio maligno se cancela. Y ese "cogito" que tiene pensamientos (cogitationes) puede salir de su "solipsismo" para explorar la "res extensa". Dios garantizará la conexión entre res cogitans y res extensa, puesto que ambas realidades (sustancias) han sido creadas por el mismo Creador.


La demostración de la existencia de Dios permite la afirmación de la res extensa. Nuestras cogitationes tienen existencia en base a las ideas adventicias. Descartes explicará que Dios garantiza la conexión entre las ideas claras y distintas en la mente y su correspondiente realidad en la res extensa.


Descartes utilizará diferentes argumentos para probar que Dios es una idea innata. Sin embargo, en la demostración de la existencia de Dios ya fue criticada en su momento, por ejemplo, Arnauld, al afirmar que la demostración descansaba en un círculo vicioso. ¿Si Dios es una idea clara y distinta, por qué debería fundamentar al yo y al mundo que son a su vez ideas claras y distintas? La respuesta cartesiana fue afirmar que el "cogito" es independiente del conocimiento de Dios.


El argumento ontológico se deja resumir de la siguiente forma: Afirmar la existencia de Dios en base a la idea del ser perfectísimo. El argumento recibiría en Kant (s.XVIII) su golpe definitivo. Lo único que podría afirmarse es no tanto su existencia, sino su posibilidad.


El argumento ontológico pasa desde la esencia que puede ser pensada -por ejemplo, como ser perfecto-, y da un salto hacia la existencia. Como bien dice H.Küng el "argumento ontológico mantuvo su fuerza de convicción mientras tuvo vigencia el supuesto platónico-agustiniano de un realismo de las ideas, para el que las ideas tienen realidad propia, independiente. Para Descartes la idea no era en absoluto mero pensamiento, palabra vacía, "simple" concepto, sino una realidad primigenia. En tal caso, naturalmente, sí se podía concluir de la realidad de la idea de Dios la realidad de su existencia." (H.Küng.- ¿Existe Dios? Ediciones Cristiandad, 4ed, Madrid,1979, pág.66).


La crítica más implacable contra el argumento ontológico se debe a I.Kant (s.XVIII). En su Crítica de la Razón Pura, podemos leer lo siguiente: " El concepto de un ser supremo es una idea muy útil en no pocos aspectos. Pero, precisamente por tratarse de una simple idea, es totalmente incapaz de ampliar por sí sola nuestro conocimiento respecto de lo que existe." Y para acabar de remachar acaba diciendo: " Todo el esfuerzo y el trabajo invertidos en la conocida prueba ontológica (cartesiana) de la existencia de un ser supremo a partir de conceptos son, pues, inútiles. Cualquier hombre estaría tan poco dispuesto a enriquecer sus conocimientos con meras ideas como lo estaría un comerciante a mejorar su posición añadiendo algunos ceros a su dinero en efectivo" (A 602,B 630). (I.Kant, Crítica de la razón pura, Prólogo,traducción,notas e índices, Pedro Ribas, ed.Alfaguara, Madrid, 1978, pág, 506)


Las pruebas de la existencia de Dios -la idea de infinito, como causa y el argumento ontológico- le permitían a Descartes solucionar los siguientes problemas planteados:


ˆ La fundamentación del yo y el mundo.

ˆ La eliminación de la hipótesis del genio maligno.

ˆ La salida del solipsismo hacia el exterior.

ˆ La afirmación de Dios como principio y conservador del orden mecanicista en la naturaleza.


Comentario de texto(II): Descartes

Así pues, considerando que nuestros sentidos en algunas ocasiones nos inducen a error, decidí suponer que no existía cosa alguna que fuese tal como nos a hacen imaginar. Y puesto que existen hombres que se equivocan al razonar en cuestiones relacionadas con las más sencillas materias de la geometría y que incurren en paralogismos [razonamiento inválido], juzgando que yo, como cualquier otro, estaba sujeto a error, rechazaba como falsas todas las razones que hasta entonces había admitido como demostraciones. Y, finalmente, considerando que hasta los pensamientos que tenemos cuando estamos despiertos pueden asaltarnos cuando dormimos, sin que ninguno en tal estado sea verdadero, me resolví a fingir que todas las cosas que hasta entonces habían alcanzado mi espíritu no eran más verdaderas que las ilusiones de mis sueños. Pero inmediatamente después, advertí que,mientras deseaba pensar de este modo que todo era falso, era absolutamente necesario que yo, que lo pensaba, fuese alguna cosa. Y dándome cuenta de que esta verdad: pienso, luego soy, era tan firme y segura que todas las más extravagantes suposiciones de los escépticos no eran capaces de hacerla tambalear, juzgué que podía admitirla sin escrúpulos como el primer principio de la filosofía que yo indagaba

(Descartes, Discurso del método,IV parte)


1.- Resumen.

El texto recorre los diferentes estados en los que son posibles el error. Comienza por los sentidos, después el entendimiento. Incluso los pensamientos que tenemos cuando estamos despiertos, reaparecen cuando dormimos, sin saber si son ilusiones. Pero entonces aparece que aunque todo sea falso, es necesario que yo, que lo pensaba, fuese alguna cosa: pienso, luego soy. He aquí el primer principio de la filosofía.

2.- Análisis.

1.- Descartes utiliza la duda metódica para alcanzar el primer principio de su filosofía: el cogito.

2.- Examina las diferentes fuentes del conocimiento:

a) los sentidos, son fuentes de error porque nos hace ver cosas que no son.
b) El entendimiento y también es posible el error. A pesar de que no lo indica, en este ámbito aparentemente su fiable la aparición del genio maligno acaba por arruinar la fiabilidad del entendimiento.
c) No es posible distinguir la vigilia y el sueño. 

3.- La conclusión era que todo cuanto conocía era falso.

4.- Pero, mientras pensaba que todo era falso, era necesario que yo, que lo pensaba fuera alguna cosa.

5.- Aunque todo cuanto conozca sea falso, es preciso que yo que lo pienso sea. Se impone una primera evidencia: pienso, luego soy (cogito ergo sum).

6.- Esta primera evidencia supone la existencia del "yo" que tiene pensamientos, pero ¿de dónde surgen? La respuesta será la necesidad de afirmar la existencia del mundo.

7.- Descartes a descubierto que a través de la duda se llegaba a la primera evidencia: el "yo". Ahora necesitará salir de ese "yo" y dirigirse hacia el mundo si no quiere estar encerrado en sí mismo: solipsismo.

8.- La posibilidad de salir de sí mismo es demostrar que existe Dios y que ha creado al yo y el mundo, cancelando además la hipótesis del genio maligno.


9.- Una vez demostrada la existencia de Dios -argumento ontológico, la idea de causa y la idea de infinito-, podrá establecer la correspondencia entre los pensamientos del yo y el mundo.

10.- Establecido esta correspondencia que Dios garantiza a través de las ideas claras y distintas, se embarcará mediante el método a conocer clara y distintamente el mundo, es decir, aquello que debe ser construido en el proceder puro del entendimiento.

John Locke (V)

2.4.-El conocimiento.


Locke dedica el libro IV del Ensayo, al estudio de la naturaleza, grados, extensión, realidad, etc., del conocimiento. Comienza con una afirmación claramente representacionista:

" Si consideramos que la mente en todos sus pensamientos y razonamientos no tiene otro objeto inmediato que sus propias ideas, lo que únicamente contempla o puede contemplar, es evidente que nuestro conocimiento versa sólo acerca de las mismas (7)" (E,4,1,1,;II)

 Locke define el conocimiento como la percepción por parte de la mente del acuerdo o desacuerdo de unas ideas con otras. ¿Qué quiere decir "acuerdo" o "desacuerdo" de ideas? La forma primaria es lo que Locke llama:

1.- "identidad o diversidad". El primer y fundamental acto de nuestro entendimiento es percibir las ideas que tiene, conocer lo que es cada una y percibir en qué difieren entre sí; sin esto la mente no podría ni tener variedad de pensamientos ni discurrir,juzgar o razonar sobre ellos (8). La idea de "blanco" significa "blanco y no "negro".; triángulo significa triángulo y no círculo, y así en lo demás (6). 

2.- relación o relativa señala una relación entre dos ideas. Las proposiciones matemáticas suministran el ejemplo principal, aunque no el único(p.e., dos triángulos de base iguales entre dos lados paralelos son iguales).

3.- coexistencia o conexión necesaria, donde la mente percibe que ciertas ideas coexisten con ciertas otras en el mismo sujeto (p.e., el hierro es susceptible de impresiones magnéticas). Así, preguntar si el oro es inmutable es investigar si el poder de permanecer invariable en el fuego sin estropearse e una idea de coexistencia en el mismo sujeto con las ideas de amarillo, de peso, etc., de las que están hechas mi idea de oro (8).

4.- existencia real, se refiere a si una existencia real fuera de mi mente concuerda con una idea que tengo de ella. P.e., “Dios existe”, que implica la percepción de la existencia real de una idea fuera de la mente.

Dos cuestiones se plantean de las clasificación de las formas de conocimiento:

1) "La identidad y la coexistencia consisten en realidad únicamente en relaciones" (E,4,1,7;II). Sin embargo, afirma que la relación tiene rasgos peculiares que justifica su consideración aparte, aunque no explica en qué consisten tales rasgos (7).

2) El conocimiento de la existencia real plantea serias dificultades. Si todo nuestro conocimiento son de ideas, "no es fácil concebir de qué modo podemos saber nunca si nuestras ideas corresponden a entes realmente existentes, en cuanto éstos no son ideas nuestras" (7).



Si la concordancia o no concordancia entre ideas es percibida por la mente de modo inmediato, entonces tenemos el primer grado de conocimiento, el conocimiento intuitivo. La intuición, cuya fuerza es irresistible; se da sin esfuerzo y ofrece la mayor claridad y certeza, pues en ella la mente no hace sino constatar la conveniencia o disconveniencia entre ideas. Sólo sobre la base de ésta son posibles los restantes grados.




Demostración, por la que la mente conoce, también la conveniencia o disconveniencia de dos ideas, pero no inmediatamente, sino a través de ideas intermedias que hay que considerar sucesivamente. El conocimiento demostrativo no es siempre claro, porque alguna de las ideas intermedias que lo hacen posible no son fácilmente evidentes. Locke, trata de probar la existencia de Dios, dejando de lado las ideas innatas, y siguiendo los argumentos cosmológicos y teleológicos(6).




Conocimiento sensitivo de seres particulares. Supera la probabilidad ordinaria, y todavía es lícito llamarle "verdadero saber", pero no alcanza el grado de certidumbre de los anteriores. 

Locke prima los niveles de conocimiento intuitivo y demostrativo, propios del conocimiento matemático, sobre el  nivel de conocimiento sensitivo.

Estas distinciones anteriormente trazadas le permiten fijar con precisión los límites de los conocimientos humanos y por tanto su extensión, valor real del conocimiento y el del conocimiento de la existencia real.

1.- Mas allá del dominio del conocimiento, reconoce Locke el dominio de lo probable, basado en la facultad del juicio, la diferencia entre el conocimiento cierto, y la probabilidad es que mientras en el primer caso la mente percibe de un modo cierto, evidente, el acuerdo o desacuerdo entre ideas, en el segundo, en cambio, ese acuerdo o desacuerdo sólo se supone; y ello, en base a dos pruebas: la conformidad de algo con nuestro conocimiento, observación y experiencia, y el testimonio de los demás.

2.- El problema del valor real o realidad del conocimiento. Según Locke, nuestro conocimiento sólo es real si hay conformidad (correspondencia) entre nuestras ideas y la realidad de las cosas. Pero ¿cómo sabe la mente si existe esa conformidad, si sólo conoce ideas? La respuesta se halla en la pasividad del mente, pues, las ideas simples no son producto de nuestra mente, éstas deben ser producto de cosas externas que operan sobre ellas.

3.- Conocemos la existencia real de nosotros mismos, del yo, por intuición; la de Dios, por demostración, y la de las demás cosas, por la sensación actual, es decir,  mientras actúa sobre nosotros o están presentes a nuestros sentidos. Para afirmar que el yo es aprehensible por vía de intuición, Locke sigue fielmente el proceso cartesiano. Para afirmar que Dios puede ser aprehendido por vía de la demostración, usa, en cambio, no el argumento ontológico, como Descartes, sino el argumental causal: ya que nada puede producir, debe existir un Ser eterno que ha producido todas las cosas. En cuanto a la existencia de las cosas individuales, Locke afirma que las sensaciones actuales nos dan un conocimiento seguro de ellas, mientras que las cosas que actualmente no se sienten, sólo puede tenerse un conocimiento probable, basado en el testimonio de otros hombres y en la conformidad general con la experiencia.(3)

Descartes (V)

6. El hombre

"Puesto que, por una parte, tengo una idea clara y distinta de mí mismo, en cuanto que yo soy sólo una cosa que piensa -y no extensa-, y, por otra parte, tengo una idea distinta del cuerpo, en cuanto que él es sólo una cosa extensa -y no pensante-, es cierto entonces que ese yo (es decir, mi alma, por la cual soy lo que soy), es enteramente distinto de mi cuerpo, y que puedo existir sin él." (Meditaciones metafísicas)

El hombre es un compuesto de dos sustancias, la sustancia pensante y la sustancia extensa. Y, como el entendimiento tiene una idea clara y distinta de la sustancia pensante y una idea clara y distinta de la sustancia extensa, es evidente, según Descartes, que se trata de dos sustancias distintas, independientes, y que el alma puede existir sin el cuerpo, esto es, que de la muerte del cuerpo no se sigue la muerte del alma. Esta posición de Descartes, según la cual cuerpo y alma son sustancias autónomas,tiene importantes consecuencias: por un lado, la afirmación de la inmortalidad del alma; por otro lado, la afirmación de la libertad del hombre. En efecto, el alma, en tanto que sustancia pensante, queda excluida del mecanicismo y la necesidad, propios de los cuerpos, sustancia extensa.




Sin embargo, a pesar de concebir cuerpo y alma como dos sustancias autónomas, Descartes es consciente de la interacción real entre ambas en el caso del hombre." Pues cuando mi cuerpo está herido -dice en su sexta Meditación-, no sólo percibo la herida mediante el entendimiento, sino que además siento dolor. ¿Cómo conciliar este hecho con la concepción de cuerpo y alma como sustancias independientes? Se trata de un punto oscuro de la filosofía de Descartes; y su solución de corte fisiológico, según la cual el alma estaría localizada en un punto concreto del cuerpo, la glándula pineal(8), situada en la parte central del cerebro, y a través de la cual tendría lugar la interacción cuerpo y alma, no es, en absoluto, satisfactoria.

¿Qué le pasa al cuerpo cuándo sufre? La respuesta se halla en las pasiones que se originan en el cuerpo y su expresan en el alma. "hem de pensar que el que és en ella [alma] una passió és generalment en ell [cuerpo] una acció" (Tract de les passions, 1,art.2,pàg.78). Así pues, en el Tratado de las Pasiones, Descartes distingue en el alma -res cogitans- acciones y pasiones: las primeras dependen de la voluntad,y las pasiones son involuntarias.




El alma puede y debe vencer a las pasiones, pero se trata de vencerlas utilizándolas, así debemos cultivar la alegria que es "una agradable emoció de l'ànima, en què consisteix la fruïció d'un bé que les impressions del cervell li presenten com a seu" (T,II,91,pág.127). Es decir, la alegría nos indica las cosas que se deben cultivar(9).No se trata de eliminar las pasiones al estilo del estoicismo, no podemos, ni debemos, pero si conviene utilizar esa sabiduría para dominarlas y poder saborar de una vida que podemos convertirla por nosostros mismos o por obra de la fortuna en una vida desdichada. Precisamente, para evitarla el antidoto que propone Descartes es la generosidad: porque sabe que nada verdaderamente le pertenece,excepto sus propias voliciones y por otra, la voluntad de emprender y ejecutar todo aquello que juzga que es lo mejor."I això és seguir complidament la virtut" (T,II,153,pág.163).

Entrevista a Juan Francisco Martín Seco (i II)

  L'entrevistador, li pregunta per la reforma fiscal, " quines característiques tindria aquesta reforma? Martín Seco parla de com e...