"Dio estas órdenes y aquéllos obedecieron al soberano Cronida. [Inmediatamente modeló de tierra el ilustre Patizambo una imagen con apariencia de casta doncella por voluntad del Crónida. La diosa Atenea de ojos glaucos le dio ceñidor y la engalanó. Las divinas Gracias y la augusta Persuasión colocaron en su cuello dorados collares y las Horas de hermosos cabellos la coronaron con flores de primavera. Palas Atenea ajustó a su cuerpo todo tipo de aderezos]; y el mensajero Argifonte configuró en su pecho mentiras, palabras seductoras y un carácter voluble por voluntad de Zeus gravisonante. Le infundió habla el heraldo de los dioses y puso a esta mujer el nombre de Pandora[8] porque todos los que poseen las mansiones olímpicas le concedieron un regalo, perdición para los hombres que se alimentan de pan.
Luego que remató su espinoso e irresistible engaño, el Padre despachó hacia Epimeteo al ilustre Argifonte con el regalo de los dioses, rápido mensajero. Y no se cuidó Epimeteo de que le había advertido Prometeo no aceptar jamás un regalo de manos de Zeus Olímpico, sino devolverlo acto seguido para que nunca sobreviniera una desgracia a los mortales. Luego cayó en la cuenta el que lo aceptó, cuando ya era desgraciado.
En efecto, antes vivían sobre la tierra las tribus de hombres libres de males y exentas de la dura fatiga y las penosas enfermedades que acarrean la muerte a los hombres […][9]. Pero aquella mujer, al quitar con sus manos la enorme tapa de una jarra los dejó diseminarse y procuró a los hombres lamentables inquietudes.
Sólo permaneció allí dentro la Espera[11], aprisionada entre infrangibles muros bajo los bordes de la jarra, y no pudo volar hacia la puerta; pues antes cayó la tapa de la jarra [por voluntad de Zeus portador de la égida y amontonador de nubes].
Mil diversas amarguras deambulan entre los hombres: repleta de males está la tierra y repleto el mar. Las enfermedades ya de día ya de noche van y vienen a su capricho entre los hombres acarreando penas a los mortales en silencio, puesto que el providente Zeus les negó el habla*." (70-105)
Notas:
[8]P. MAZON,
seguido por W. J. VERDENIUS («Aufbau…», página 124), interpreta el nombre
de Pandora como «el presente de todos». Sin embargo, Hesíodo
no nos da a entender esto, sino que la explicación del mito nos presenta a Zeus
como único responsable del regalo (v. 58).
A.
COLONNA identifica los regalos de los dioses con los males encerrados en
la jarra de que la mujer es portadora (v. 94), pero más bien creemos que esos
regalos a que se refiere el nombre son los diversos dones que le concedieron
los dioses en su nacimiento y que, por el atractivo que dan a la mujer, se
convierten en motivo de perdición para los hombres. En este sentido lo entiende
P. WALCOT. <<
[11]Particularmente,
nos parece muy ingeniosa y sugestiva la nueva explicación de W. J. VERDENIUS,
quien parte de que no significa «esperanza» en sentido moral, sino «espera». De
esta forma la historia resulta totalmente lógica: Al decir Hesíodo que la
«espera» queda dentro de la jarra quiere decir que los hombres recibirían los
males sin advertirlo, «sin esperárselos», lo que es precisamente una de las
cualidades de las desgracias a que se refiere Hesíodo.