Mostrando entradas con la etiqueta Principio de conservación del movimiento. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Principio de conservación del movimiento. Mostrar todas las entradas

Descartes (IV)

5. Descartes y el sistema mecanicista.

    Descartes no se preocupaba por los problemas concretos de lo que se dedicaban los científicos de su época, su pretensión iba más allá; pretendía edificar un Sistema del Mundo, que fuera capaz de explicar el mundo visible mediante la aplicación económica de tres conceptos: extensión, figura y movimiento. La exposición de tal visión - ¿metafísica?-, aparece en su Tratado del Mundo (1633), su publicación sufrió un retraso más que justificado, visto el proceso y condena de Galileo, aparecería en el año 1664. En el año 1644 publica sus Principia philosophiae, que será la obra que explicará su visión acerca del mundo.


¿De dónde proceden las ideas de cosas? La respuesta no puede ser el yo la causa, pues no soy más que una cosa que piensa, y se presentan a mi de forma involuntaria. Descartes afirmará que proceden de alguna sustancia distinta de mi. ¿Cuál es su origen? La respuesta garantizada por la omnipotencia divina, consiste en afirmar la existencia de las cosas corpóreas. Dios garantiza la conexión del yo y el mundo. ¿Lo qué percibimos refleja la realidad de las cosas? Descartes afirma que siguiendo el criterio de certeza: claridad y distinción, las cosas se reducen a aquello que es objeto de la geometría: extensión, movimiento y figura. En cuanto a los colores, sabores, sonidos, no son ni claros ni distintos, y no existen en los cuerpos sino en el sujeto. Descartes sigue aquí la distinción de Galileo entre cualidades primarias o matematizables y cualidades secundarias o subjetivas. ¿Que papel juega lo sensible, la sensación? 



La respuesta cartesiana es práctica; la sensación está destinada a orientarnos en nuesta conducta: buscando lo que nos conviene y evitando lo que nos perjudica. La sensación no nos dice nada acerca de la verdad de las cosas.     

Para Descartes, la extensión es sustancia (dualismo cartesiano: res cogitans y res extensa), la sustancia se reduce a la extensión. Ésta se caracteriza por ser una realidad “desmaterializada”, es decir, la extensión no tiene cualidades que la particularicen, es abstracción. Es un principio indeterminado que determina la materia. Dónde hay res extensa, no puede haber vacío, pero tampoco átomos.     
El movimiento siguiendo a Galileo es relativo. Es decir, el movimiento se refiere en relación con un objeto (res extensa) que se considere en reposo. Al igual que Galileo y contra la física aristotélica equiparan movimiento y reposo, existiendo una ley general de la Naturaleza que expresa dicha relación:

    
“Por su omnipotencia, Dios ha creado la materia con el movimiento y el reposo, y conserva ahora en el Universo, por su concurso ordinario, tanto movimiento y tanto reposo como puso en él al crearlo”.  La estructura y el funcionamiento del mundo -res extensa- puede explciarse por estas tres leyes del movimiento que derivan de la inmutabilidad de Dios:



  • el principio de inercia.
  • la ley de que todo tiende a moverse en línea recta y
  • el principio de conservación del movimiento.
  •     
    En el orden de la naturaleza –res extensa- no hay fines, sino causalidad eficiente, la acción mecánica de unos cuerpos sobre los otros. La física es, pues, una física matemática y mecanicista. El conjunto del universo físico es una máquina como las construidas por el hombre, pero cuyo artífice es Dios. La metáfora del reloj puede aclarar la semejanza con el orden de la naturaleza, orden puramente mecánico. Así como las manecillas de un reloj parecen tener vida propia, pues se mueven aparentemente sin la intervención del hombre, así la naturaleza y Dios como responsable último del movimiento, parecen moverse libremente, sin embargo, las cosas no son así; en el caso del reloj, las mancillas se mueven porque el hombre le ha dado cuerda –principio de causalidad- y él es responsable que dicho mecanismo funcione. Así, en el orden natural, todos los seres, con excepción del hombre, no son más que autómatas regidos por las leyes del movimiento.

    Dia Mundial de la Filosofia

      Missatge de la Sra. Audrey Azoulay*, Directora General de la UNESCO, amb motiu del Dia Mundial de la Filosofia 17 de novembre de 2022 &quo...